26 de marzo de 2012

Playlist Obsesión

Ya no me aguanto más. Tenía esta playlist preparada desde hace semanas pero me la estaba reservando como cuando te dejas lo que más te gusta de la comida para el final. Hoy ya no he podido más y esta semana toca. Es una lista muy sui géneris que consiste básicamente en agrupar cinco temas que escucho sin parar; canciones que nunca podría interrumpir ni aunque me apuntasen con una pistola y que soy incapaz de escuchar sólo una vez cuando las pongo. 

El problema es que estaba acostumbrada a escuchar cada uno de estos temas en loop, de manera obsesiva  una vez tras otra sin parar y, con el formato playlist, no sabía si iba a poder escucharlas una sola vez y pasar a la siguiente. Por suerte, he estado ensayando desde hace dos o tres semanas gracias a un simulacro que he hecho en el iTunes y lo he superado. Está mal que yo lo diga, pero creo que me ha quedado una lista de reproducción muy apañada. 


Algunos temas, como la versión del Galaxie 500 de "Ceremony" que ya puse en Playlist Versiones Propias o como el "Revival" de Soulsavers, tienen efectos curativos. Ni aspirinas ni Tranquimazin ni sustancias ilegales. A veces necesito -del verbo "tener necesidad de"- escuchar estas canciones, en especial "Revival". Creo que son ya cinco años desde que me hipnotizó este gospel del siglo XXI y se me sigue paralizando el corazón cada vez que la escucho. Al principio ni sabía de quien era ni que era Mark Lanegan el que cantaba, y tampoco me importaba no saberlo, pero por fortuna acabé descubriendo que se trataba de los Soulsavers y por culpa de ello acudí a un festival donde tocaban (el ATP Nightmare Before Christmas 2008), sólo para poder escuchar esta canción en directo. No sólo eso: me monté una película tal, que convencí a unos amigos para que viniesen a propósito desde Barcelona y Holanda hasta el Reino Unido. La culpa de todo la tuvo "Revival". Pocas veces me pongo en primera fila pero en este concierto casi me subo al escenario... Para mí que el Lanegan no abría los ojos para no tener que verme el careto de loca de la pradera, aunque el del tipo de al lado tampoco era mucho mejor.

Descubrí "Revival" gracias a un recopilatorio que hicieron en Rough Trade Shops, titulado Counter Culture '07, que evidentemente ponían sin cesar y que me regalaron cuando dejé de trabajar allí (no en la tienda sino en la cafetería pero los de la tienda eran más majos y me despidieron con honores). Pasar horas y horas en una tienda de discos tiene sus ventajas y sus inconvenientes; cuando presentaron In Rainbows de Radiohead y lo ponían de ocho a ocho todos los santos días del mes, a mí me daban ganas de poner una bomba. Sin embargo, cuando estuvieron machacando con la recopilación, no me importó en absoluto. Había de todo y muchas cosas buenas, pero yo esperaba en especial dos canciones: "Revival" y ese gran comienzo de "You'll never get that guy" de The Manhattan Love Suicides.


Burnt out landscapes fue uno de los discos que me llevé en la súper compra del último día para aprovechar el descuento de empleado e incluso Neil, que es un tipo con un gusto muy raro especialista en "world music" (que sabe Dios qué es eso realmente), me dio su beneplácito cuando me vio con el CD de los Manhattan Love Suicides.
Tuve la suerte de ir a un concierto del grupo de Leeds  antes de que desapareciesen (he intentado encontrar su manifiesto de despedida pero han cambiado el MySpace y ya no está) y, aunque las fotos que he encontrado por ahí no se ajustan del todo a lo que vi, en su momento me hicieron mucha gracia porque me parecieron como una especie de Spice Girls del indie (que Dios sabrá también qué es eso realmente). Estos, en lugar de tener a la spice deportista, la pija y la que fuera, contaban con:
el guitarra típico de los grupos de Manchester con ese abrigo verde y el pelo a lo Paul Weller como si fuera un imitador de Oasis; la batería casi adolescente, muy andrógina y con una camiseta de los Ramones que había roto para que pareciese vieja pero que seguramente era del H&M; el bajo que directamente era gótico (o "emo", ya no sé cómo se dice) y que, además del maquillaje y el pelo cardado, llevaba hasta guantes de dedos recortados; y la cantante, que parecía que se fuese a romper, toda seria, poniendo morritos y explotando al máximo la caída de ojos, que perfectamente hubiera encajado en cualquiera de los muchos grupos bonitos que hay ahora, como The Pains Of Being Pure At Heart o Veronica Falls. Era un auténtico "destarifo" -supongo que por eso no duraron- pero a mí me parecieron muy entrañables y me hizo convencerme más de que, si yo tuviese un grupo, me gustaría que fueran The Manhattan Love Suicides.

Cuando una canción se convierte en un obsesión, creemos que el problema lo tenemos sólo nosotros. Sin embargo, cuando un tema es bueno, es bueno. Da igual de quien sea o si suena mucho a esto o a lo otro. "I am a girlfriend" es uno de esos ejemplos de un secreto que todo el mundo conoce. Cuando te encuentras a alguien enganchado al mismo tema que tú, se crea una complicidad sólo comparable a encontrarse a alguien de tu pueblo en el extranjero. Nobunny es un grupo para compartir. Me "flipa" mucho -pero mucho, mucho- que la gente (también conocidos como Radio Slaps) con la que descubrí este tema, y los que vinieron después, vayan a tocar con unos amigos de los susodichos: los incomensurables, gracias en parte al cantante de Nobunny, Hunx and his Punx.

La de Weezer es la canción de esta playlist con la que más tiempo llevo obsesionada pero, en realidad, sé que ha habido alguna que otra antes y unas cuantas después, lo que pasa es que ya no me acuerdo -es mucho pensar. Supongo que llegará un momento en el que esas canciones de las que ahora no puedo desengancharme ya no tendrán el mismo efecto. Con "I just threw out the love of my dreams" va a ser complicado. Siempre se debate -entre los que somos fans freaks, claro está- si esta canción pertenece a Rivers Cuomo o a Matt Sharp, que si es de Weezer o de los Rentals (la chica que canta estuvo con Sharp en este grupo) pero lo cierto es que es perfecta en todas sus formas. En YouTube hay un montón de versiones distintas de uno y otro grupo; hoy mismo he descubierto una acústica que aparece en una serie de vídeos colgados por un tal sandwichesonmymind donde Cuomo demuestra una vez más que es un currante, que está un poco loco y que, pese a todo el tiempo que pase y todo el dinero que gane, no tiene ni trampa ni cartón. Además, también demuestra que el "I just threw out..." es muy difícil de cantar; llevo años intentándolo pero me ahogo siempre. Como en el caso de "I am a girlfriend", el "atrape" que produce "Getting away with it (All messed up)" está científicamente demostrado. El trabajo de campo no falla y con esta canción tengo pruebas. En la boda de unos amigos la pusieron y creo que fue, junto con el "Common People" de Pulp y la del "ooooh ooooh ooh ooh..." de Arcade Fire hacia el final de la pinchada, cuando ya íbamos todos bien, el clímax del banquete. Momento de unión y éxtasis como cuando ponen el "With or without you" de U2 para cerrar los pubs. Hubiera sido la celebración perfecta si no fuera porque esa misma noche me enteré de que había fallecido el cantante del Niño Gusano y porque me habían matado el nervio de una muela esa misma mañana y todavía llevaba la boca medio dormida; fue un auténtico infierno tener que enfrentarse a ese señor chuletón que me decía "cómeme" e intentar controlar que la saliva no me cayese durante el banquete. Cosas que pasan.
Vídeo "buen rollero" y temazo que no encontré en mi casa cuando volví de la boda. No estaba en ninguno de mis discos de James, ni en la recopilación de grandes éxitos ni en el Laid. Convencida de que mi memoria emocional reconocería el tema, empecé una exhaustiva investigación por la red hasta que, por fin, di con "Gettin away with it...". No sé qué cara que puse pero Fátima, que trabajaba conmigo en la oficina y se sentaba frente a mí, me obligó a confesar lo que me traía entre manos y le tuve que pasar esta canción. Se enamoró. Nos pasamos dos semanas fundiendo una de las versiones en directo que aparecen en YouTube y maldiciendo a los clientes que nos molestaban cuando nos entraban llamadas. No soy la única obsesiva. Pero bueno, cada uno es como es. Hay gente que con sólo oír una canción una vez, ya tiene suficiente, o peor, los que la ponen unos segundos y la quitan. Yo soy más bien del tipo de persona capaz de pasarse la noche vomitando por culpa de un empacho de... sandía. Y es que: cuando me pongo, me pongo.

20 de marzo de 2012

Playlist Radiofónica

Me he salido de la rutina por unos días y ya echo de menos la radio. Además de sus funciones básicas, que para mí se reducen a que pongan música, la radio da estructura a mis días. Antes hacía radio y cuando cambié de país fue lo primero que eché de menos; ese primer martes por la noche sin "El Contestador de Brian" fue tremendo. Hoy en día todavía tiene un gran valor para mí y para muchos de los grupos que me gustan, así que: ahí va una playlist dedicada a este medio. Y sin interferencias.


"Radio Free Europe" de R.E.M. es otro tema clásico que conocí gracias a los cassettes de Juan que ya mencioné en la Playlist Bajonera . El recopilatorio donde aparecía esta canción está especialmente logrado y también incluía "It's the end of the world", de la misma época que la otra canción del grupo de Michael Stipe. Había vida más allá del "Losing my religion". Era un momento en el que te hacían o te hacías cintas con canciones que sacabas de donde podías. En mi caso, la ausencia de tocadiscos en mi casa y la tardía aparición del reproductor de CD, que no llegó -agárrense- hasta la Navidad de 1998, me obligó a recurrir a la radio. Ahora hay mucha oferta pero entonces imagino que incluso los que hacían los programas tenían problemas para encontrar música. Cuando salía el nuevo single o disco de alguien, lo ponían todas las semanas hasta aburrir. Así te podías poner en guardia para el próximo programa: con la cinta de grabar preparada por donde tocaba y agazapada junto al transistor con el play, el rec y el pause pulsados a la vez para estar lista cuando pusiesen "lo nuevo de". 

Lo peor es que, cuando empecé a hacer radio, la mayor parte del material del que disponíamos eran  esas cintas caseras. Miquel se volvía loco cuando le decía: "Primer esta, després esta i li pegues la volta, i esta...". Pasábamos por completo, pese a que estábamos en Ràdio L'Om, de esas cuñitas de Radio 3 que aparecían a mitad canción, igual que tampoco existían los finales interrumpidos por la voz de otro locutor ni las intros suprimidas de algunas canciones. Creíamos que le hacíamos un favor al mundo por poner esa canción nueva de Fulanito o Menganito que tanto nos gustaba. 
Menos mal que me he dado cuenta de la de Joy Divison antes de publicar, porque si se me hubiese pasado, el problema no hubiese sido que alguien me hubiera matado sino que lo hubiera hecho yo. "Transmission", que era donde Ian Curtis más miedo daba, y ese "dance, dance, dance to the radio" no podían faltar. Aquí está actuando para uno de los más grandes de la historia del medio: John Peel. Los sensibles abstenerse, por favor.
Hubo una época en la que tuve algún ramalazo Curtis por culpa precisamente de la radio. Nada clínico ni preocupante sino más bien una simple y ligera "ida de olla". Durante mi época de instituto, el programa de Juan de Pablos era diario y empezaba a las doce de la noche pero el hecho de tener que madrugar mucho no me impedía esperar todos los días a que llegase la medianoche. No era por gusto, era por necesidad. Me resultaba humanamente imposible dormirme sin escuchar la sintonía de Flor de Pasión
Con el siguiente tema de la playlist he hecho trampa porque ni es una canción que tenga que ver con la radio, ni creo haberla escuchado nunca por ahí, ni nada que se le parezca. La conseguí de un CD recopilatorio (profesional) de las revistas que tiraban en una tienda de discos en la trabajé; creo que sólo rescaté ese tema, "Wolf like me", (el CD acabó en una "charity") porque me encantó pero no he vuelto a escuchar ninguna otra canción de ese grupo. Temazote. TV On The Radio, que es el nombre del grupo y la excusa para poner esta canción en esta lista, no necesitan hacer nada más el resto de su vida. 
Tampoco necesita mucha explicación "Rock'n'roll Radio" de los Ramones. He intentado hacer una especie de homenaje a aquellas cintas caseras y he hecho un "cortar y pegar" cutre para la versión del tema que aparece en la playlist, aunque no sé muy bien cómo habrá quedado porque hasta que no publique no podré ver (escuchar) el efecto. La idea era rescatar el principio de "You think I ain't worth a dollar but I feel like a millionaire", que abre de manera muy radiofónica el Songs for the deaf de Queens Of The Stone Age, y cambiar el tema original por el de los Ramones. Quería que se incluyese esa parte sin tener que renunciar luego a poner "God is on the radio" y pecar así de poner dos temas del mismo grupo y el mismo disco. 
Todo ese disco de los americanos es un homenaje a la radio. En concreto a la del coche. Es un disco para sordos pero también es muy Ruta 66 (imagino). Me veo con el descapotable, mascando tabaco y pensando cómo escupir sin que me rebote en la cara mi propio escupitajo. 
Aprovecho este "Dios está en la radio" para copiar a Rivers Quomo y hacer como él en una sentida canción ("My day is coming") que dedicó al equipo estadounidense de fútbol: enumerar, agradecer y animar. 
Paco Pérez Bryan, Juan de Pablos, Jorge Albi, Juan Vitoria, los de "La Sal de la Tierra" de Radio Funny, John Peel (aunque sólo le escuché dos programas), los del programa heavy de Radio L'Horta de hace 15 años por lo menos, Jesus Ordovás, el de "Duendeando", Fernando Tomás Flores y sobre todo los del "Buzón de Voz de Siglo 21", Mireia Romaguera, Miquel Taberner, Iván Navarro, Eduardo Guillot cuando estaba en Cadena 100 hace mil años, los de "Viaje a los sueños polares", Julián Ruiz aunque sólo sea por el concierto de Guns'n'Roses que retransmitió en el 92, Diego R. J. Manrique, los Pizarros, el de "Carne Cruda" y los de "Hoy empieza todo". 
La colaboración de Yo La Tengo tocando el "Speeding Motorcycle" de Daniel Johnston no hubiera sido igual sin la radio. Los del grupo en el estudio y Johnston por teléfono si no lo tengo mal entendido. Un momento fantástico que hubiera sido imposible sin la magia del medio pero tampoco sin el señor Johnston, que sólo por cómo dice "Hi band!" ya es especial. Y encima con unos Yo La Tengo tan grandes que le siguen sin problema; como hicieron en la gira de "The Freewheelin" donde adaptaban el repertorio a las preguntas que les fuera haciendo el público. En Londres salieron más que airosos de cuestiones tan interesantes como que qué habían desayunado esa mañana. Son unas bestias.
Otras actuaciones especiales en la radio de las que tengo están guardadas en cintas de cassette. Mi favorita es la de Dominique A con Françoise Breut en "Los 39 sonidos". Se marcaron una versión casi a cappella de "My wedding man" de Phil Spector que quita el sentido. A ver si aprendo de una vez qué hay que hacer para digitalizar bien cintas porque tengo algún que otro tesoro por ahí que me gustaría recuperar. De momento lo tendré que dejar como el final de la temporada de "Sherlock": to be continued
[Actualización: creo que esto de Phil Spector me lo he inventado, una mentira repetida mil veces... en mi cabeza. Aprovecho que hoy en día sí está el vídeo de la Breut para ponerlo, que es un tema muuuy bonito]
NOTA: La introducción de la playlist, "This is Radio Etienne", es un ¿tema? de Saint Etienne.
NOTA II: Confieso que en mi afán corta/pega también me he 'cargado' el inicio de "Radio Free Europe" porque no me sonaba que la de Juan empezase como la versión que he utilizado, que es la que está en el recopilatorio de R.E.M. I feel fine: The Best Of the I.R.S. Years, así que le he metido tijeretazo.

12 de marzo de 2012

Playlist Autoayuda

Para compensar el ruido de la semana pasada me he visto obligada a hacer una playlist "buenrollera" (por eso y porque falta hace), aunque no ha sido fácil. Parece que la tendencia es hacer canciones que nazcan del lado oscuro, tenga éste el matiz que tenga. Y es que, como todo el mundo sabe, es más fácil estar mal que estar bien. Hay que hacer un esfuerzo, hay que creer y hay que quedarse con lo que a uno le convenga, aunque sea sólo con el título. 


Hace un par años vi un fantástico documental que se llama Unknown Passage: the Story Of Dead Moon, y me pasé gran parte del mismo preguntándome qué había estado haciendo con mi vida todos esos años... ¿cómo era posible que no hubiese conocido antes a Dead Moon? Son tan buenos, tan simples pero tan únicos, y parecen tan "bonicos"... No sólo "It's OK" desprende buen rollo, toda su historia lo hace: ese señor que ha pasado por grupos de todo tipo desde los 16 años, y esa señora que aprendió a tocar el bajo después de haber parido y criado a tres hijos, son todo un ejemplo. No sólo parece no importarles que el éxito les llegase tarde, sino que ni siquiera lo hace el hecho de que realmente nunca tuviesen éxito. Como sabiamente nos dijo un muchacho en Benicàssim, después de meditar un rato, tras haberle contestado que no a la pregunta de que si nos drogábamos: "Eso [pausa dramática] es de admirar". 
Declaro ídola a la señora Toody Cole por liarse la manta a la cabeza y por ese gran momento de "ahora me toca a mí" que nos regala en "It's OK". En este vídeo, donde aparece con su marido Fred Cole en un proyecto anterior a Dead Moon, sólo llevaba un par de años tocando. 

"Hope" de los Descendents es de las canciones de autoayuda de esta playlist de las que, en realidad, casi mejor quedarse sólo con el título. Es lo bueno de no hacer mucho caso a las letras, y menos en inglés, que te quedas con lo que parece: "My day will come. I know someday I'll be the only one"; lo cual te puede valer para cualquier cosa, desde "me voy a sacar el carnet del camión" a ganar la próxima edición del Tú sí que vales. Cada uno que se lo tome como quiera. Seguramente será mejor que la realidad, que es más bien: ahora no me quieres pero ya me querrás y volverás arrastrándote, y te diré que "ya te lo dije" y -muy importante- tendré razón. Discurso liberador (de rabia) pero no necesariamente muy positivo, porque ¿si no me quieres ahora para que quiero que me quieras luego? Bueno, no sé, digo yo... Aunque la esperanza es lo último que se pierde... Pero el que espera desespera. Qué lío.
Da igual, dice mi reproductor de iTunes que, de todos los que tengo ahí metidos, este es el tema que más veces he escuchado. Eso sí que no admite discusión ni necesita explicación. 
Tengo la suerte de haber nacido en un gran año: 1979. No voy a enumerar todos los "éxitos" del momento pero fue, además del "Año Mundial del Niño" (no me pregunten por qué), una época de buena cosecha musical. Así lo demuestra la tarjeta musical que me regalaron una vez por mi cumpleaños.
Pedazo de foto que he hecho
El año de la cabra, los Buzzcocks sacaron "Everybody's happy nowadays", un afirmación que probablemente cambiaría tras la subida al poder de Margaret Thatcher (la de verdad) y la retirada de Mohammed Ali del mundo del boxeo. Esta canción es una maravilla de cómo se puede abordar con ironía y sencillez el camino a la felicidad -que diría Punset. Además de este tema, también estaban en el CD recopilatorio del interior de la tarjeta canciones de los Stranglers, Wire, los de "My Sharona" o Stiff Little Fingers. Que piense cada uno en su casa si ha nacido en un año tan guay como el mío. Y eso que se dejaron fuera a Joy Division o los Clash. Ah, también se murió Sid Vicious
"Everybody's gonna be happy" parece la continuación de la canción de los Buzzcocks, porque desde luego a Queens of the Stone Age no suena mucho. Nada de "stoners" sino más bien gente muy espabilada y alegre. Agradable sorpresa en forma de bonus track en la edición británica de Songs for the deaf. Los malotes también tienen sentido del humor, aunque sea para decir que "everybody" en realidad son "you and me, my love". Y es que aunque el malote se vista de seda... grupazo se queda. La Constitución debería recoger un artículo que obligase a todo el mundo (no sólo you and me) a ir alguna vez en su vida a un concierto de estos señores. Josh Homme es el amo; tanto es así que si él dice que hay que ser "happy", no queda más remedio que serlo. 
Josh Homme mola que tremola
Tim Booth, el cantante de James, también es otro personaje bueno. Tanto él como "Tomorrow" sí son autoayuda de manual ("Gotta keep faith that your path will change/ Gotta keep faith that your luck will change"). Pese a que en Batman Begins hace de malo, parece ser que el tipo, pese a ser de Manchester, es muy místico, al menos antes de que se rapase la cabeza y se dejase perilla. La verdad es que el tema es un "subidón", con perdón por no encontrar otra expresión más refinada. Recorrer la costa gallega con píldoras musicales como esta es un ejercicio muy sano cuyo único efecto secundario es volver a revivir la experiencia cada vez que se escucha. Cada vez que empieza me quedo sin respiración. 
Me está costando la vida concentrarme con el karaoke que se ha montado en la Falla de abajo. Voy a tener que escuchar esta playlist unas cuantas veces para superarlo.
Divine Comedy se me presentaron en un concierto que cerraron con esta canción y me enamoré. Todavía hoy, muchos años y conciertos después, me parece uno de los mejores finales que he visto nunca. Rendición absoluta y devoción hacia Neil Hannon por su saber estar, su sentido del humor y por la sintonía de una de mis series favoritas: Father Ted
Esta lista de la felicidad se cierra con "Tonight we fly" porque es un temazo, porque es bonita no, lo de después, y porque acaba con ese gran: "This life is the best we've ever had".

Pues eso.

7 de marzo de 2012

Playlist Noise

Esta lista de reproducción se podría haber llamado también "Playlist Mascletà" pero he querido dejar lo de noise para que quede completamente claro: RUIDO. A mí no me gusta hacerlo pero me gusta -si es que es esa la palabra. ¿Que el ruido no es música? No lo será pero me gusta -si es que es esa la palabra. Tampoco a las hamburguesas vegetales se les debería llamar hamburguesas y se hace.

Los residentes en Valencia, como una servidora, tienen en esta playlist un arma de alto calibre. A los que les gusten las Fallas, les servirá de complemento para la fiesta porque esta lista desprende incluso olor a pólvora, más en concreto, a dinamita. A quienes no les gusten, que abran las ventanas y contraataquen poniendo esto a todo volumen. Son 21 minutos y aunque parezca la misma canción, no lo es. El que avisa no es traidor.



Cuando vas a un concierto y en la entrada te regalan unos tapones para los oídos, no te queda más remedio que sospechar que estás entrando en la boca del lobo. Si encima vas a ver a My Bloody Valentine, aunque sea en una reunión tras muchos años de silencio, te ca**s -con perdón- por la pata abajo. Tuve la "suerte" de ver a este grupo mítico, que sólo necesitó sacar el Loveless (donde se encuentra el "Only shallow") para que se les encumbre, en el Roundhouse de Londres, que es una excelente sala de conciertos con forma de plaza de toros y que para la ocasión vistió los laterales de bafles desde el suelo hasta el techo. Un tercio escenario, dos tercios bafles. La ecuación no falló y aquello metía más ruido que una batalla de "corralito" contra "chirigota". 
Una, que es muy chulita, se intentó no poner los tapones y vivir la experiencia como tenía que ser: a pelo. Lo logré a ratos pero en el último tema, "You made me realize", acabé pidiendo la epidural a gritos. Los chavales más jóvenes, que se habían acercado a las primeras filas, se tapaban los oídos y la sala acabó medio vacía porque, después de 15 minutos de "tortura sonora", no importa lo joven y moderno que seas... sólo una buena tauro como yo podía resistir aquello. Para muestra un botón -sólo son dos minutos-, a ver si hay huevos...

"Upside Down" es el primer single de los Jesus & Mary Chain y, como se suele decir, toda una declaración de intenciones. Los temas que le siguieron no son tan ruidosos pero con esta canción los escoceses dejaron claro que la distorsión es un instrumento más para ellos. Los bafles de My Bloody Valentine te dejan sordo pero los de los JAMC incluso te despeina: tiran el pelo hacia atrás y te ponen los ojos chinos si estás muy cerca; lo sé porque lo he vivido (cuando era joven, así me he quedado...). Y es que: the Jesus & Mary Chain are always going to be better than My Bloody Valentine. Lo pongo en inglés para que mi amigo Jay no tenga problemas con el Google Translator y se entere de una vez. 
A veces gasto energías que no sé ni de dónde salen en cosas absurdas como discutir con Jay, viernes sí y viernes también, sobre cuál de esos dos grupos es mejor. He invertido muchas cervezas y muchas horas en el tema pero el placer de discutir por discutir es impagable. 
Necesitaba un poco de ruido en mi vida. 
Este fin de semana he estado haciendo un poco de trabajo de investigación y he visitado mi antiguo barrio de Londres para descubrir que han cambiado las tiendas de comida caribeña y las peluquerías africanas por locales de conciertos. En las mismas calles por las que antes pasábamos casi corriendo para ir del autobús a casa, ahora se aglutinan jóvenes borrachos tan flacos que ni se verían si no fuera porque son muchos. El caso es que he confirmado con satisfacción que hay toda una nueva generación de grupos que hacen ruido.
Los culpables, en parte, de esto son los americanos No Age que, gracias a los tiempos que corren y a la sobre producción de discos, se han convertido en todo un clásico en menos de cinco años. Los artífices de "Boy Void" son sólo dos pero qué manera de aporrear la batería a la vez que se canta y qué manera de sacarle partido a una guitarra. 
Otros jóvenes, guapos y rescatadores de las camisas de cuadros son A Place To Bury Strangers que, con ese nombre, temas como "Everything always goes wrong" y un disco que se llama Exploding Head, no esconden de qué pie cojean.
Los descubrí en Polonia, en una carpa llena de ruido, jóvenes guapos con novias guapas, ruido, vaho, ruido, humo, sudor y ruido. Descrito así suena muy erótico festivo pero, en realidad, de erótico nada y de festivo depende de cómo te lo quisieras tomar. A mí me hipnotizaron. Puede que suenen demasiado a esto o a lo otro pero creo que está claro que no intentan engañar a nadie. Han cogido una característica de los Jesus & Mary Chain y le han subido aún más el volumen para explotarla del todo. No han inventado nada pero el directo me impactó, y lo digo  de manera literal, porque estar allí era darse en los morros contra una pared de un sonido que ya no funciona tan bien en disco.
Las portadas de Liars son, especialmente las primeras, un poco raras pero su cantante, en directo, lo es mucho más. Está entre el desaliño, la epilepsia, la hiperactividad y la ida de olla directamente. Me costó años situarlos, ya que la primera vez que los vi no sabía quiénes eran y no me quedé con el nombre; sólo los recordaba como aquel concierto de unos raros en el Primavera que nos gustó tanto. Tras repasar carteles de ediciones anteriores del festival (fue en 2004) y atar cabos, descubrí quiénes eran los Liars.
Años después, la coincidencia quiso que ese disco que oía en la tienda donde trabajaba y que me acerqué a propósito a preguntar de quién era (eso es mucho esfuerzo, que conste), resultó ser de el Liars de los Liars. Era el destino. 
A los Raveonettes los he puesto para dar una tregua. Este dúo intenta hacer algo de ruido, como en "Sad Transmission", pero son demasiado monos y tienen alma pop. En realidad, tenía que haber puesto a Suicide porque, después de lo visto el año pasado, estos señores son el súmmum del ruido... pero también de la tocadura de hu***s para muchos -yo aún me estoy debatiendo-, así que no me he atrevido.
Cerramos otra lista de las largas con los Manhattan Love Suicides y su versión de "Orphans". Mi manía de no leer mucho los créditos de los discos hizo que me sorprendiera en un festival cuando vi a una señora vestida de negro y con cara de muy pocos amigos, tocar esta canción. Iba acompañada de un apuesto caballero que entró a la sala entre el público sosteniendo sin temblar su camisa bien planchada en una percha. Eran Teenage Jesus & The Jerks, que son los autores de esa canción y, según la Wikipedia, los precursores del No Wave, etiqueta que a saber a qué se refiere exactamente pero que se parece sospechosamente a No Age. Todo vuelve. Esa señora de armas tomar era Lydia Lunch, que será todo lo respetable que tenga que ser pero da un miedo...
El miedo, como la angustia, el agobio, la hinchadura de hu***s (cómo estoy hoy, lo siento), las patadas en el estómago, la intensidad y el desfici, que es una palabra valenciana de traducción imposible, también tienen derecho a traducirse en música. Y para eso está el ruido.